Un jardín en flor, un yate, una playa, un valle en la montaña... La oferta de escenarios donde celebrar una boda al aire libre es muy amplia. Estas ceremonias suelen quedar en el recuerdo de los invitados por ser "diferentes" a la mayoría.
Las bodas al aire libre tienen un marcado acento romántico, atrevido, juvenil... La belleza única y singular del escenario escogido define el estilo de la celebración.
Así, un jardín en flor a plena luz del día creará un ambiente romántico que demandará el uso de adornos sencillos y delicados; si se celebrase por la noche además de romántico, el ambiente adquiriría un aire de ensueño el cual se potenciaría con una iluminación tenue de velas.
En cualquier caso, para que sea un éxito, a la hora de organizar una boda al aire libre es necesario prestar atención a los siguientes factores:
En primer lugar es imprescindible tener en cuenta la época del año en la que se celebrará el enlace.
Una boda en la playa en pleno mes de febrero será desastrosa.
El clima es otro factor que condicionará la organización del evento.
Lamentablemente es un elemento que no podemos controlar al cien por cien, por lo que debemos ser previsores: tener una carpa y paraguas para refugiarse de la lluvia o disponer bebidas frescas y abanicos para el excesivo calor, por ejemplo.
El número de invitados a la ceremonia marcará la elección del escenario de la ceremonia. De este modo, si soñáis con celebrar vuestro enlace a bordo de un yate tened en cuenta que la ceremonia tendrá que ser muy íntima y con una reducida lista de invitados.