Los celos, ese sentimiento que aprisiona


Casi nadie puede presumir de no haberse sentido alguna vez celoso, y es que el sentimiento a veces travieso, las más doloroso de los celos, es algo que parece estar inherente en nuestra naturaleza, nos encelamos de la madre que por momentos preste atención a alguien más, de la maestra que regaló un punto al chico que se sienta en la banca atrás, convertidos en adolescentes encelamos de las amigas y empezamos a sentir los celos que inspira el amor.

Los celos para algunos se traducen en amor…somos tan dispares en nuestras formas de pensar y vivir, que para algunos es algo que les halaga y para otros que los aprisiona. En realidad los celos en su medida justa, avivan la pasión, confirman el cariño y contribuyen a la vanidad, de manera sana claro está, de aquel que se siente encelado. Pero cuando salen de los límites, cuando los celos cohiben a alguien, aprisionan a otro, y convierten un sentimiento en una desilusión es cuando dejan de ser agradables, para convertirse en el primer paso a ser lo que no queremos ser: enfermos de los celos.

Hay que plantear la situación en las parejas, no se puede pensar que los celos son algo que maduran y desaparecen, ocurre sí, pero en algunos casos lejos de con la convivencia y la madurez de la relación, estabilizarse como un sentimiento que no molesta a nadie, se vuelve en un sentimiento obsesivo que daña al que se siente encelado, y al que cela, y aún muchas veces alcanza a un tercero que ni se entera que está en medio de una polémica de pareja.

Hablando se entiende la gente, y en este caso no hay mejor receta. Hay que plantear el asunto siendo totalmente sinceros, cuando se inicia la relación no cuando los daños empiezen a hacerla naufragar, y cuando dos no son suficiente para controlarlos, hace falta ayuda. Los expertos pueden establecer pautas para manejar los celos, para vivirlos saludablemente y quién sabe, quizá hasta dejarlos como parte de los días maravillosos en que alcanzar y conservar el amor, se hacía más romántico con un poco de arranque inocente de celos.

Cuidado! digo inocente, los celos que hacen infeliz a uno y atemorizan a otro, son un problema que demanda solución y ya.